“No somos una empresa que despide cuando baja la producción”

En la apertura de una planta potabilizadora, Alfredo Klein, vicepresidente de FV, habló de la fábrica que lleva más de 40 años en Villa Rosa. Reconoció que mermó en la producción pero garantizó las fuentes de trabajo.
6 de junio de 2012 - 00:00

Instalada en la localidad desde mediados de la década de 1960, la empresa de grifería FV ya está emparentada con la identidad de Villa Rosa. En la actualidad son 1.100 las personas que trabajan en la planta local, de las cuales alrededor de 600 son pilarenses.

A esto se le suma una intensiva política de responsabilidad social empresaria a través de la colaboración con entidades como “Un techo para mi país” dedicado a la construcción de viviendas sociales o a través de programas destinados a colaborar con los obreros en la construcción de sus propias casas. A esto se le suma la incorporación en la planta de Villa Rosa de personal con capacidades diferentes.

Durante la apertura de una planta de tratamiento de efluentes líquidos, Alfredo Klein, vicepresidente de FV dialogó con El Diario acerca del presente de la firma de capitales nacionales que este año festeja sus 91 años.

 

-¿Cómo está impactando políticas económicas como las restricciones cambiarias y las trabas a las importaciones en FV?

- FV no está ajena a todo lo que pasa en la Argentina pero las reglas no las ponemos nosotros, las pone el Gobierno y FV tiene que adaptarse. Tenemos 91 años, nos hemos adaptado a muchos gobiernos y vamos a seguir haciéndolo, creciendo, invirtiendo en el país, pensando en eso.

 

-¿Cómo es el presente de FV en ese sentido?

- En algunas empresas estamos en etapa de expansión, haciendo inversiones, en esta misma empresa acabamos de inaugurar la planta de tratamiento que costó buena cantidad de dinero. El volumen hoy cayó un poco en el mercado, en ese sentido estamos en espera pero estudiando nuevos negocios y viendo qué productos nuevos podemos lanzar, qué inversiones desarrollar. En la Argentina se cayó un poco la venta por la situación que todos conocemos pero eso nos da la oportunidad de pensar en el futuro.

 

-¿Las trabas a las importaciones afectaron a la producción de esta empresa en particular?

- FV es una empresa que importa o sea que estamos con algunas restricciones en ese sentido, estamos pasando parte de esa producción de vuelta a esta planta pero hay muchas cosas que uno no las maneja y hay que acomodarse a lo que venga.

 

-¿Hay peligro de despidos por la baja de la producción?

- Nosotros en FV no somos una empresa que despidamos cuando baja la producción. Tuvimos muchas crisis, en el 1985, en el 2001, y normalmente no hemos despedido personal por reducción de trabajo. Hemos llegado a acuerdos con gente que tenía algún proyecto de vida distinto pero no hemos despedido gente por reducción de trabajo. En el año 1985 hasta teníamos grupos de personas pensando qué nuevos negocios podíamos hacer, grupos de operarios, de empleados. Eso lo hemos hecho también en el 2001 y eso nos ha ayudado a ocupar nuestra cabeza cuando había crisis.


Planta modelo

Con la presencia de autoridades provinciales y municipales, FV inauguró ayer lo que desde la misma firma definen como “planta modelo” de tratamiento de efluentes líquidos.

“Como empresa argentina y también en el mundo éste es un hecho trascendente”, afirmó el vicepresidente de la firma, Alfredo Klein, para agregar que para permanecer en el tiempo la clave está en “trabajar cuidando el lugar donde vivimos, cuidar eso es cuidar nuestra casa, nuestro entorno. Cuidar es pensar en nosotros y en las próximas generaciones”.

La planta está destinada al procesamiento de efluentes provenientes de materiales como el cobre, el níquel y el cromo, altamente contaminantes. Se trata de un espacio de 1.000 m2 cuyo costo fue de 1.500.000 dólares, suma que llegó a través de un crédito del Banco Mundial.

Tal como explicó Klein, el vuelco de efluentes de la empresa “ya no estaba al nivel de lo que los estándares nacionales exigían” y a partir de la nueva inversión la firma está cumpliendo no sólo con los parámetros locales sino con los internacionales.

En la inauguración estuvieron presentes además el presidente de la Autoridad del Agua (ADA) de la Provincia de Buenos Aires, Daniel Coroli y la vicepresidenta de la entidad, Liliana Raskovsky.

“Es una buena política –manifestó Coroli- trabajar en conjunto organizaciones del Estado y empresas en el cuidado del medio ambiente”. Así, aseguró que desde el organismo provincial tienen el propósito de “simplificar los trámites y no entorpecerlos para que poco a poco se inauguren un montón de estas plantas”.

No obstante, reconoció que como país “arrancamos un poco tarde a concientizar sobre el cuidado del medio ambiente”.

Representando a la municipalidad, el secretario de Obras Públicas, Mariano Grimaldi, destacó que “hoy es importante no solamente generar trabajo en épocas de crisis sino tener en cuenta el cuidado ambiental”.

Haciendo un rápido repaso histórico, Grimaldi recordó que con 91 años FV supo sobrellevar varios períodos críticos, desde la mítica crisis de 1930 hasta la más reciente que tuvo lugar en 2008. Y sobre el presente, el funcionario aportó su análisis: “estamos muy sensibles, muy intolerantes, hay que apostar a seguir creciendo, no tirar por la borda un programa de crecimiento de ocho años”.

Así, el funcionario cultor del perfil bajo instó a políticos y empresarios a “dejar de lado las mezquindades y seguir apoyando la inversión”.

 

600 

Pilarenses están empleados en FV en una planta total que llega a las 1.100 personas.

 

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