PARTE DEL PAISAJE DE DERQUI

El último taxista está en peligro

Tiene su parada de taxis frente a la estación desde hace 47 años. Pero por las obras en la zona le retiraron el cartel y hace dos meses que no puede trabajar. Pide que lo escuchen.

Por Redacción Pilar a Diario 10 de septiembre de 2017 - 00:00
Por Víctor Koprivsek 

Luis Rufino Pérez es el único taxista habilitado de Presidente Derqui y que cuenta con su parada en la estación de trenes. Pero desde hace unos días, no puede trabajar.
Es que cuando se iniciaron las obras de la Ruta 234 que cruza por la estación de Derqui, la parada de taxis de Luis y su cartel de señalización, fueron retirados por quienes llevaron adelante los trabajos y nunca más lo colocaron.
"Necesito que me restablezcan la parada, yo la compré, hace 47 años que trabajo ahí, todo Derqui lo sabe. Tengo los papeles y habilitaciones. Sin embargo, hace casi dos meses que me tienen de acá para allá en la Municipalidad y no me dan una solución”, dice el querido vecino, preocupado por su única fuente de trabajo. 
El hombre es muy conocido y respetado, casi cincuenta años de trabajo en ese lugar sin fallar, con lluvia, frío o crisis, siempre Luis estuvo firme al pie del cañón para quien lo necesite. 
"He llevado mujeres embarazadas a dar a luz cuando en Derqui ni salita había. Siempre tuve todo en regla. Hoy me siento perdido. Yo la compré a esa parada. Se la compré a Delio Cazasa cuando éramos varios tacheros, también estaba Moderné, Toto Guarrié, Agüero, Joaquín Verón, éramos re compinches todos”, recuerda de los inicios y embandera nombres que llenan de nostalgia la nota.
La verdad que Luis es parte del paisaje derquino, un emblema de trabajo y dedicación, un vecino que nunca hizo mal a nadie; muy por el contrario, siempre que pudo dar una mano la dio.
En estas cuatro décadas hubo ordenanzas y gestiones, decretos que reafirmaron su lugar, "su parada de taxis”. Hoy su compañero fiel, el Falcón celeste, descansa en el garaje de su casa.
"Para mi Derqui es todo, yo lo quiero, es un sentimiento. El otro día encontré un cartel caído del Gallego Manolo (vecino que hizo las direcciones de las calles), lo mandé a pintar y restaurar, el Gallego era un amigo”, se emociona. 
A personas así habría que honrarlas y no molestarlas. Ellos son Derqui, no merecen, en el otoño de sus vidas, que se las compliquen.
"Ahora camino, voy y vengo, me siento perdido”. Nunca estará perdido vecino, así como la "Tana”, Rubén, José, hicieron posible esta nota, siempre para Derqui usted es y será alguien importante. 
La sensibilidad y la solidaridad son dos virtudes derquinas. El respeto siempre está más allá de todo. Por eso desde acá bregamos para que a Luis le restablezcan su parada de taxis. 

Seguí leyendo

Dejá tu comentario

Te Puede Interesar