A los 106 años, murió una de las pilarenses más longevas

Ana Teresa Pamilia de Figueredo era una de nuestras vecinas con mayor edad. Falleció este sábado.

Por Redacción Pilar a Diario 14 de agosto de 2017 - 18:00

Ana Teresa Pamilia de Figueredo era una de las vecinas con mayor edad: la mujer estaba próxima a cumplir nada menos que 107 años, pero una fractura de cadera debido a una caída fue el desencadenante de su fallecimiento este sábado.

"Era un verdadero personaje, una persona llena de vida. Nos conocía perfectamente y era muy ‘bicha’”, explicó Marcela Figueredo, nieta de Teresa. Vivió más de 60 años en Pilar donde tuvo cuatro hijos, 13 nietos e incluso 18 tataranietos. Fue inhumada el sábado en el cementerio Memorial.

Nacida en Capilla del Señor (Exaltación de La Cruz), vivió en Torres (partido de Luján) y fue pilarense por adopción por más de 60 años. Casada con Figueredo (como era conocido su esposo en Pilar) y madre de cuatro hijos, sufrió la pérdida de una de sus hijas y a pesar de ello continuó con una entereza notable para llevar adelante su vida. Ama de casa pero encargada de toda una familia a la vez, también colaboraba con su marido en el comercio y en diferentes tareas rurales según la situación lo ameritaba.

Ya viuda, en sus últimos días vivía sola y se encargaba de las tareas del hogar y de cuidar a sus mascotas. Sus hermanos también habían sido longevos.

Cuando cumplió 105 años fue condecorada por la municipalidad, "eso la ponía muy contenta, era un mimo para ella”, dijo Marcela. En el mes de octubre hubiera llegado a cumplir los 107 años de edad.

Luego de haber sufrido una caída que le produjo una fractura de cadera, estuvo internada en el hospital y por el alto riesgo que implicaría una intervención quirúrgica los médicos no querían operarla. Además, había muchas posibilidades de que contrajera una infección producto de algún virus intrahospitalario.

"Siempre fue una negada con la tecnología pero en el último tiempo ya posaba para las fotos y pedía que la fotografiemos”, recuerda risueñamente su nieta.

"Todos la conocían como Teresa de Figueredo, era muy apreciada en Pilar. Tenía mucho cariño por Pilar, ya que vivió más de la mitad de su vida acá”, dijo Marcela.

Pese al dolor de la pérdida, su familia la recuerda alegre y fuerte. "Por una decisión familiar optamos por velarla pero esa no era su intención”, dijo Marcela. El sábado fue inhumada en el Memorial y descansa junto a su hija fallecida.

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