Tribuna del lector: El miedo a ser “el boludo”

por Víctor Ejgiel

9 de septiembre de 2010 - 00:00

 

 

 

Parece que esta tendencia a violar las normas de todo tipo, entre ellas las de tránsito, encuentra a los típicos vivos, apurados, cancheros, pero también a los miedosos, sí los que tienen miedo a ser el “dobolu”. Seguimos viendo permanentemente, en todo lugar, a toda hora, cómo se violan las normas de tránsito en nuestro distrito.

Casi como algo normal veo como, inclusive delante del mismo personal de la Dirección de Tránsito, que parecen modelos tal vez, como se catalogan a aquellas que no pueden hacer dos cosas al mismo tiempo, porque el hecho de dirigir el tránsito en horario escolar, que por cierto no se hace muy bien que digamos, no les permite multar o apercibir a motociclistas sin casco, a peatones que no utilizan la senda peatonal o incluso a automovilistas que aun ante su presencia cruzan semáforos en rojo.

Con el famoso eslogan del fin recaudatorio se libra de culpa a todos aquellos asesinos al volante de un vehículo, de una moto, de una bicicleta o de sus mismos pies, porque los peatones también son extremadamente irrespetuosos.

Más de una vez pensé en ponerme con una cámara de fotos en lugares tales como el semáforo de la ruta 8 y Sanguinetti, en el cruce con la ruta de acceso a Derqui, en la salida por Las Magnolias, en el semáforo de la Escuela 4 en Villa Verde o en el del acceso a Peruzzotti en ruta 28 y O’Higgins.

Pero qué sentido tiene, en nuestro distrito la denuncia vecinal no tiene sustento, si no la hacen los que cobran un sueldo para ello, que nos queda a nosotros…

Todavía recuerdo cuando se me quiso labrar un acta de infracción por contar con mi seguro en forma de tarjeta donde se especificaba el débito automático de mi cuenta bancaria, aunque el argumento era la necesidad de contar con el “cupón de pago”, justamente el débito evita el cupón de pago.

Sería necesario instruir un poco más al personal encargado de realizar estas acciones, fundamentalmente para no hacer perder el tiempo a quienes tenemos las cosas en regla, porque mientras estaba detenido pasaron por la misma ruta más de tres vehículos sin el sticker de la verificación técnica, como tampoco la tenía quien me chocó hace unos años y no me libró de pagar todo el arreglo de mi vehículo.

Estas personas encargadas de dirigir y controlar el tránsito deberían recordar que no existen “acomodados” políticos o amigos, las normas son para todos iguales. Personalmente vi estacionado hace unas semanas atrás en la ochava de Rivadavia e Independencia al auto del concejal Miguel Saric, a no más de 20 metros de una empleada de dicha dirección que justo miraba para otro lado, quien luego de mandar un mensaje con la denuncia a un programa de cable local me trató de buchón, confundiéndome con un remisero.

No obstante ello trabajando para los Bomberos de Pilar pude ver, y lo corroboré con los bomberos cercanos, cómo este mismo concejal estacionaba su auto en el patio interior del edificio de bomberos justo delante de la salida de autobombas, ideal para una emergencia.

El miedo a lo que me pueda pasar se suma al miedo a parecer un boludo, porque si el que está al lado mío cruza el semáforo en rojo, si yo no lo hago quedo como un…

Lo que hace el otro nunca justifica nada de lo que uno pueda hacer. Vuelvo a repetir como lo dije antes, que somos hijos del rigor y la única manera de parar con esta locura asesina de no respetar las normas, todas, es imponiendo un castigo ejemplar, de educación deberíamos estar plenos, ¿O acaso no se debería tomar un examen sobre normas al pretender el registro de conductor?, ¿Nadie sabe el significado de las sendas peatonales? Empecemos a considerar que las normas se hicieron para cumplir, aunque parezcan tontas, alguien, más capacitado en el tema que cualquiera de nosotros, cree qué es lo que se debería hacer, pregunto ¿No es legislación nacional?

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