Una antena electrificada, la última denuncia que se conoció sobre el tema.
La instalación y mantenimiento de antenas en las diversas localidades es una problemática que en los últimos años ha tenido una gran cantidad de capítulos, entre protestas vecinales y excepciones dictadas por el Concejo Deliberante. En medio de esta puja, las estructuras continúan multiplicándose.
Para ampliar y perfeccionar las normas vigentes, desde la Defensoría del Pueblo de Pilar se ha presentado un proyecto de ordenanza en el HCD, propuesta que realiza un recorrido exhaustivo por las cuestiones relacionadas con el tema.
La actuación 1645/2010, iniciada de oficio por la institución, está caratulada “Defensoría del Pueblo Del Pilar s/ Proyecto de Ordenanza para el Registro e instalación de Torres Autosoportadas y Antenas en el Partido Del Pilar”, y reglamentaría la instalación y el funcionamiento de las estructuras existentes y a instalarse en el Partido, debido a que la legislación vigente -la Ordenanza 94/98- da un marco de referencia a sus localizaciones, pero no cuenta con reglamentación.
“Es necesario contar con la normativa que haga al control de las instalaciones, con el objeto de que dichos emprendimientos respondan a ciertos criterios de seguridad para los vecinos del distrito”, expresaron en la entidad comandada por Orlando Bargaglio.
El proyecto contempla la regulación del registro, localización, emplazamiento, factibilidad, habilitación, instalación, mantenimiento y desmantelamiento de antenas, soportes de antenas y equipos e instalaciones complementarias, destinadas a la transmisión de datos, comunicaciones, telefonía celular y prestaciones de servicios por radiofrecuencia.
El texto solicita la creación de un Registro Municipal de Antenas (REMUAN), “en el que deberán inscribirse todos los titulares de las instalaciones o del servicio a prestar”. Además, los titulares de instalaciones existentes o de servicios en prestación “deberán inscribirse en el REMUAN y cumplimentar lo establecido en la ordenanza en un plazo máximo de 180 días corridos, a partir de la creación del Registro. No siendo cumplido el mismo, se ordenará el desmantelamiento”.
Para la instalación de las estructuras, se establecerían restricciones o condicionantes en función de parámetros arquitectónicos, infraestructurales, tecnológicos, paisajísticos, patrimoniales, morfológicos, urbanísticos y ambientales, “a fin de minimizar efectos negativos, atenuar al máximo el impacto visual, y lograr una adecuada integración con el entorno”. A su vez, en todos los casos las propuestas serían evaluadas por la Dirección de Planeamiento y Urbanismo, encargada de determinar su viabilidad. Además, podría requerir la relocalización de antenas, soportes de antena, o equipos e instalaciones complementarios “cuando exista riesgo inminente para la población”.
Para la evaluación de los proyectos presentados, se deberá tener en cuenta la adopción de diseños que favorezcan el menor tamaño, la menor complejidad, la minimización de efectos ambientales, la reducción del impacto visual, y la disminución de la densidad de potencia de las antenas. A su vez, el titular estará obligado a conservar y mantener las antenas y los soportes de antenas en perfecto estado de conservación.
En cuanto a la habilitación, el camino sería largo: habría que presentar declaración jurada, prefactibilidad de permiso de instalación y funcionamiento (otorgado por el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible y/u organismo que lo reemplace), aprobación de las obras civiles y electromecánicas, estructurales y cálculos complementarios para el montaje de las instalaciones, la aprobación de los planos, el pago de la tasa correspondiente y el libre deuda de pago de las tasas municipales.
En caso de aprobación de la solicitud de habilitación, y antes de comenzar con la construcción de la estructura, la solicitante debería contar con seguro contra todo daño que pudiera causar la estructura, asociado a la instalación y el funcionamiento de la misma.
Casos testigo
En los últimos tiempos, dos antenas han sido objeto de protestas por parte de los vecinos de diversas localidades: en Los Cachorros, la presencia de un alambrado que advierte sobre el riesgo de electrocución ha despertado la alarma de los habitantes del lugar; por su parte, en Manzanares los vecinos señalan la presencia de una antena de telefonía celular construida antes de que el Concejo Deliberante aprobara el expediente de excepción de zonificación.