Polémico. Miguel Saric insistirá para evitar la proliferación de extranjeros en el comercio.
A pesar de los duros cuestionamientos que recibió la iniciativa por parte del titular de la cámara de autoservicios chinos (Casrech) Miguel Calvete, el autor del proyecto que propone restringir la llegada al distrito de supermercados de propietarios extranjeros, el concejal Miguel Saric, dijo que insistirá para que la medida que promueve forme parte de una futura ordenanza.
Entre otros conceptos, el representante de los empresarios asiáticos había sostenido en diálogo con El Diario que la intención de ediles oficialistas de exigirle a quienes llegaran al Partido con el fin de instalar un supermercado tres años de residencia en Pilar es “inconstitucional”.
“No es inconstitucional el proyecto porque a lo único que apunta es a tratar de defender a los pequeños comercios de Pilar que, aunque por ahí no parezca, generan muchas fuentes de trabajo para nuestros vecinos. Este señor vive de los chinos y por eso los defiende, en cambio yo no vivo de los pequeños comercios pero mi obligación es defender los intereses de Pilar”, explicó Saric al ser consultado sobre la polémica desatada a partir de las fuertes declaraciones formuladas por el secretario de Casrech.
Sobre otra de las acusaciones de Calvete, que apuntaba a los concejales de Pilar por no prestarle más atención a la instalación de grandes superficies comerciales y por tener actitudes “cuasi xenófobas” en contra de los chinos, Saric aclaró: “La iniciativa que estamos impulsando no es en contra de los chinos si no que es para tratar de evitar que se concentren supermercados de origen extranjero en general, y de cualquier nacionalidad, con la intención de defender a los comercios chicos. Ojalá pudiéramos regular también con relación a las cadenas multinacionales que llegan a Pilar, pero eso no está a nuestro alcance porque es de injerencia provincial”.
Borrador
Sin embargo, el concejal zuccarista aclaró que la iniciativa presentada por él, y respaldada por algunos de sus compañeros de bloque, es sólo una propuesta que deberá ser consensuada con las cámaras de comercio –que también presentaron su proyecto de regulación- y con las ideas que eventualmente eleven ediles de otras bancadas.
No obstante, en sus declaraciones, Calvete se había mostrado a favor de otro de los puntos de la iniciativa oficial –con el que las cámaras de comercio del distrito se manifestaron en concordancia- que establece una distancia mínima entre un establecimiento y otro de 400 metros lineales.
“Con la distancia estamos totalmente de acuerdo porque protege a distintos comerciantes ya instalados e impide también que se concentren los grandes grupos económicos, que no es el caso de los chinos que son tan residentes argentinos como nuestros abuelos italianos o gallegos, y que están radicados y reinvierten su dinero en el país; no así las grandes cadenas como Carrefour que no reinvierten en la Argentina”, precisó el titular de Casrech.