-¿En qué año
llegaste a Pilar?
-
Estoy desde el 75 y me considero un ciudadano de Pilar completo, aunque no haya
nacido acá, yo no digo otra cosa que no sea que soy de Pilar.
-¿Cómo viviste
todo el cambio y el crecimiento del distrito?
-
Lo vi venir, a pesar de que siempre me gustó invertir en inmuebles y la
construcción, siempre aposté al centro de Pilar, así que hice menos negocios
que otros. Hoy Pilar está demasiado crecido, para mi gusto, y la
infraestructura que tiene no alcanza para abastecer la cantidad de gente, autos
y el consumo de los servicios. Mucho más los fines de semana que alcanzan las
500.000 personas.
-¿Elegís el
centro de Pilar por sobre las zonas que más avanzaron?
-
Me gusta, tengo mi pasión en el centro y por eso participo de Scipa, desde
donde impulsamos la peatonal a cielo abierto. Para mí el centro de Pilar tiene
que tener cine, buenos lugares gastronómicos, para competirle al Kilómetro 50.
No puede ser que le falte todo lo que se consume en todas las ciudades del
mundo, no puede ser que no tenga un hotel, un Mc Donald’s, que son necesarios
para el crecimiento de la ciudad.
-¿Creés que
todavía se está a tiempo?
-
Sí, creo que el centro de Pilar está tiempo de crecer y poder competirle al
Kilómetro 50. A mí me gusta mucho, me encanta, lo camino todos los días
haciendo trámites. Tiene la posibilidad y un gran impulso con la semipeatonalización
de la Rivadavia, que va a conectar todo y que va a quedar muy bien. Eso sí, hay
que contribuir desde los comercios y los propietarios de los locales, en forma conjunta
con el gobierno municipal, para que se embellezca y que la gente se vea atraída
por el centro.
-¿Por qué creés
que se llegó a esta situación de atraso?
- Creo que el
ciudadano de Pilar debe hacer mea culpa,
porque en un momento dado nadie pensaba en el crecimiento del Kilómetro 50 y
cuando vino la gente de afuera, le costó mucho entrar a Pilar porque no daba el
estacionamiento, fue incómodo y decidieron irse. Y así también se perdieron
oportunidades, negando a cadenas de supermercado instalarse en el centro,
porque creían que iba a afectar al comercio.
-¿Y no iba a ser
así?
-
Creo que si nos hubiese tocado a nosotros elegir, seguro elegiríamos que esas
corporaciones vengan a Pilar y que la gente de afuera entre al centro, porque
de esa manera el comercio se vería favorecido con eso. Porque yo creo que lo
que pasó fue que se protegió demasiado al comerciante de Pilar, que tampoco
invirtió tanto para que mejore el centro y claramente hubo complicidad en la
parte política que no hizo nada para que se desarrolle como el resto de las
zonas comerciales.
Futuro
-¿Qué esperás
para Pilar en los próximos diez años?
-
Creo que tenemos que mejorar entre todos, el día que los funcionarios públicos se
den cuenta que algún día ellos también se van morir, capaz que la cosa cambia.
Yo veo gente de más de 60 años que hace política y tiene mucho egoísmo, no
ponen el objetivo y la vista en la gente, eso es muy necesario, porque la gente
tiene necesidades. Y la verdad es que quiero un Pilar que cubra las necesidades
de toda la gente, no una calle linda para mí y a 5 kilómetros que un tipo esté
todo embarrado, que no pueda salir de la casa. No quiero un hospital privado
para mí y un hospital público que no puede atender a la gente como corresponde,
ni tampoco una escuela con una cuota de 20 mil pesos por mes, solo para los
hijos de quienes lo puedan pagar y los que no, que tengan una escuela pública
en mal estado y que no les puedan enseñar, ni tengan las mismos derechos que en
la privada. Yo no creo que haya dos tipo de personas, somos todos la misma
gente la que ocupa Pilar y el país, busco y espero eso, equidad, que debe nacer
de nosotros mismos y tenemos que cambiar la mentalidad y el mensaje tiene que
bajar del funcionario.
El
político tiene que pensar en la gente durante todo el tiempo que gobierne, no
durante los tres meses antes de una elección para ganar votos, porque para eso
se lo eligió. La gente confía en la capacidad del político, yo veo gente capaz,
pero que tiene que volcar ese conocimiento para mejora la vida de su pueblo y
la gente es toda, no solo una parte.
-¿Pensaste en
hacer política alguna vez?
-
Sí lo pensé, pero respeto mucho a los políticos, que de alguna forma hipotecan
su vida, porque 4 años son muchas horas, no tener vida propia y no poder andar
por la calle tranquilo, entre otras cosas. Tampoco sé si tengo la capacidad
para hacerlo, muchas veces me tentaron, me hablaron y no sé si tengo la
capacidad para, algún día, estar metido en política.
Trayectoria
Un
hombre de carreras
En
sus 25 años de automovilista, Gustavo Fontana participó en casi todas las
categorías del país, entre ellas, Formula Renault, en las dos categorías del Turismo
Nacional, Top Race, TC Pista, TC, TC 2000, TRV6 y Turismo Pista. Además viajó,
al menos, cinco veces a Alemania para correr las 24 horas de Nürburgring y las 6
horas de Autos Clásicos.
Pero
también es un apasionado del fútbol e integró la 5ª división de Atlético Pilar
durante el año que el Rancho jugó en la Primera D. Hoy Fontana es dirigente de
Real Pilar.
Su
padre y su hermano, ambos de nombre Carlos Fontana, recorrieron la Argentina y
muchos otros países, como jugadores, entrenadores y formando parte de distintos
cuerpos técnicos.
-¿Cómo es el rol
de dirigente de un equipo de fútbol de AFA?
-
Lo veo con mucha pasión, la misma de la gente que va a la cancha, como el
nombre lo dice, Real Pilar es de nuestra ciudad y ahora con la afiliación
definitiva en AFA podemos trabajar más con las inferiores y seguir con la
sorpresa que nos dieron las mujeres que tenemos un equipo muy competitivo que
está para el ascenso.
-¿Cuál es el
primer objetivo?
-
Consolidar al club como institución y tratar de formar buenas inferiores para
que sea el semillero que nos nutra de jugadores a futuro. Y claro que el
ascenso. Confío mucho que vamos a revertir los resultados antes de diciembre y
estaremos en el Reducido.
-¿Cuál es la
anécdota que más recordás de tu carrera deportiva?
-
Una que pudo ser tragedia, fue el 13 de diciembre de 1987. Tuve un accidente en
el autódromo de Buenos Aires, el día que salió campeón Silvio Oltra en el
TC2000 y yo corría en la Formula Renault. Eran 70 autos y clasificaban solo 21,
logré el último lugar y cuando faltaban 20 minutos para largar, el preparador
me dijo: "no vamos a poder correr porque hay una rótula que está mal, le puedo
poner poxipol, pero es una irresponsabilidad en un
circuito tan veloz”, y me negué rotundamente a no correr. En la tercera vuelta la
rótula se desprendió y me fui contra un guadarrail, fue un golpe muy fuerte que
destruyó todo el auto, pensé que tenía golpes graves y vi entre el casco
maltrecho, que llegó la ambulancia y cuando baja la médica dice, "está muerto”.
Yo pensé, ¿Estaré muerto y la muerte será así? Al final no tenía más que
golpes.