Por un rato, Pilar se metió ayer en túnel del tiempo para aparecer, como por arte de magia, en la Edad Media, habitada por caballeros andantes, con lanzas y armaduras.
Ayer, durante todo el día, en el parque de aventuras EcoXtreme de Fátima (Km 59 de Panamericana), tuvo lugar el primer festival medieval en Pilar. Cientos de personas pudieron disfrutar de una jornada soleada donde no faltaron los combates característicos de la Edad Media, espectáculos de música celta y la degustación de productos que, según los organizadores, fueron característicos en aquella época.
Este tipo de eventos tomó preponderancia en nuestro país a raíz de la popularidad alcanzada por series como Juego de Tronos y Vikingos, que acercó la cultura medieval a millones de personas alrededor del mundo.
Empezaron en Europa del Este, y de allí fueron expandiéndose al resto de Europa, hasta terminar arribando a este continente.
Organizado por el Municipio, participó gente de distintos puntos de Buenos Aires. Los asistentes pudieron ser parte de un evento típico que, más allá de lo novedoso desde lo artístico, fue una oportunidad para acercar la historia desde un costado más atractivo.
“Podés ver a los más chiquitos correr y jugar a los caballeros como se hacía antes, y alejados de la Play”, destacó Walter, que llegó al complejo recreativo desde Capital Federal, para instalar su puesto de atavíos medievales.
Drako (cuya familia es Noruega) le contó a El Diario que comenzó a participar de este tipo de eventos en Europa del Este hace más de veinte años. “Me parece muy interesante que se desarrollen este estilo de festivales en Argentina y están creciendo de una manera impresionante”, destacó.
Del mismo clan que Drako es Silvia, que ofició de druida (oráculo que ayudaba a la gente a vivir mejor) y leyó las runas para los presentes.
“No vivo de leer runas, pero tengo sangre celta y estos eventos me hacen feliz”, sostuvo.
Más allá de que el parque estuvo repleto de adolescentes aficionados, no faltaron las familias que se acercaron, algunos con intriga, y otros como verdaderos amantes de la cultura medieval. Todos ellos se dieron cita y tuvieron la posibilidad de retroceder el tiempo para vivir un día como en las épocas de caballeros, castillos y princesas.