Atractivo inicio del ciclo 2012

La soprano argentina Virginia Tola interpretó arias, canciones y romanzas de zarzuelas.

5 de mayo de 2012 - 00:00

Tres excelentes artistas protagonizaron el primer concierto del ciclo 2012 de Conciertos Pilar Golf: la soprano Virginia Tola, el pianista Fernando Pérez y el guitarrista Víctor Villadangos, quienes ofrecieron un repertorio de arias, canciones y romanzas de zarzuelas.

El carisma y profesionalismo de Tola ya habían conquistado el auditorio de Pilar Golf, en su inolvidable recital de 2010. Este año, además de recorrer escenarios de Francia e Italia, hizo su primera Amelia en “Un ballo in maschera” de Verdi, en la Provincia de Santa Fe.

Ya desde el comienzo, con una conmovedora versión de “Azulao” del brasileño Jayme Ovalle, pudo adivinarse el clima intimista y emotivo que tendría el concierto, denominado “Musica proibita”, como la canción de Gastaldon, que también formó parte del programa.

El segmento operístico vino luego de la mano de “Manon Lescaut” de Puccini (“In quelle trine morbide”), “La wally” de Catalani (“Ebbenne andro lontana”), y una magistral versión del “Intermezzo” de “Manon Lescaut”, donde Fernando Pérez demostró una vez más por qué es considerado uno de los más importantes pianistas argentinos. Su traducción al teclado de los colores orquestales de la pieza fue impecable en lo técnico y conmovedora en lo interpretativo. En toda la noche mantuvo una exquisita cohesión con la cantante, propia de los verdaderos músicos de cámara.

Tras el intervalo, la soprano abordó cuatro canciones argentinas: dos de Carlos López Buchardo (“Prendiditos de la mano” y “Si lo hallas”), otra de Manuel Gómez Carrillo y “Pueblito, mi pueblo” de Carlos Guastavino. “Soy santafesina como Guastavino, y es la primera vez que voy a cantar esta canción –narró la cantante–. Tiene mucho que ver con mi historia, y nunca pude hacerlo antes porque me embargaba la emoción y no podía terminar. Ahora pude vencer esa barrera”.

Fue en este segmento donde Tola desplegó sus mejores recursos, con un decir pleno y natural, totalmente en estilo. Para las canciones españolas se sumó la guitarra de Víctor Villadangos, referente de su instrumento, en una breve y efectiva intervención que sumó el cálido timbre de las seis cuerdas a la segura voz de la cantante. Antes, Villadangos entregó al público una joyita, el Allegretto de la “Sonatina para guitarra” de Moreno Torroba, redescubierta en sus expertas manos.

Sobre el final, emergió la picardía de la zarzuela con la “Canción de Paloma” de “El barberillo de Lavapiés” y “Tres horas antes del día” de “La marchenera”, y como bis, una canción que ya es un clásico en la voz de Virginia Tola: “Estrellita”, de Ponce.

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