Seguir creciendo dentro del Partido de Pilar

por Claudio García*

1 de junio de 2012 - 00:00

 

A Derqui llegué por primera vez en el año 1973. En esa época era Boy Scout, no por la actividad en sí -porque nunca me importó mucho- pero sí por la posibilidad de conocer lugares nuevos. Todavía tengo una vitrina grande en mi veterinaria con cantidad de ofidios, insectos y piedras. En uno de esos viajes vinimos a Derqui, que en esa época era todo campo. 

Años más tarde, cuando me recibí, en 1988, empecé a trabajar en Caseros y el dueño de la veterinaria tenía otra en Derqui y me ofreció cubrir unas guardias. Me tomaba el tren y estaba en la localidad, un viaje que hice durante 18 años hasta que finalmente me mudé. En 1991 compré mi propia clínica, la misma que tengo hasta hoy.

Aquel era un Derqui con calles de tierra, intransitables los días de lluvia y muchos animales de granja, algo que, y lo digo con pena, ya no se ve. Yo hacía clínica de pequeños, pero he atendido también ovejas, vacas y hasta partos de chanchas.

Miro para atrás y lo veo con nostalgia. Hasta el año 1992 hacía los domicilios en bici, todo Derqui andaba en bicicleta. Durante el día me llamaban de cualquier lado y era de salir mucho ante las urgencias.

En los últimos 15 años hay cosas que cambiaron para bien (por ejemplo hay más asfaltos), y otras no tanto.

Años atrás la comunidad en general era bastante más tranquila, ahora la impaciencia de la gente de Capital fue llegando a Derqui. La mente era más de pueblo y ahora se ve un cambio en ese sentido. Todo se tolera menos, pero  creo que es parte de un gran cambio de la sociedad.

El crecimiento de los últimos años se notó mucho en toda la ruta 234, donde todo era campo y pastizal y ahora hay barrios cerrados como La Delfina o La Casualidad, lo mismo que el Hospital Austral y todo lo que lo rodea. Yo creo que la misma gente de Derqui se vio sorprendida por eso.

En estos años nos tocó vivir experiencias feas, como el 2001 con los saqueos. Recuerdo que en mi clínica estábamos a puertas cerradas y fue bastante traumático ver cómo se llevaban las cosas de los comercios de alrededor.

De todas maneras, los cambios generaron un gran crecimiento comercial. Toda la calle Alfaro se pobló de locales al igual que Monterrey, que me arriesgo a decir que creció más que Derqui centro.

La localidad estaba olvidada y fue mucho lo que se hizo, como asfalto, iluminación y las salas de atención primaria. Ahora nosotros como comunidad debemos aprender a cuidar lo que se hace.

Para los próximos 15 años quisiera ver un Derqui donde podamos vivir en forma tranquila, un lugar donde no tengamos que sufrir inseguridad, que nunca más haya una Sandra Almirón -esas son cosas que golpearon feo- y quisiera una localidad que siga creciendo junto a Pilar.

Desde mi punto de vista, las opiniones están divididas con respecto a la autonomía. No veo que sea una necesidad urgente de la gente y que se hable demasiado de eso en la calle. Yo sueño con un Derqui que siga creciendo, pero sin dejar de pertenecer al Partido de Pilar.

 

*Veterinario de Presidente Derqui. Director de Zoonosis

 

Dejá tu comentario

Te Puede Interesar