MAÑANA CIERRA LA ASAMBLEA

En Pilar, los obispos debatieron la inclusión

Plantearon la necesidad de “acrecentar la amistad social”. Y destacaron el “imperativo de incluir a los últimos de nuestro pueblo”. Buscan mecanismos para combatir la venta de drogas.

Por Redacción Pilar a Diario 8 de noviembre de 2018 - 00:00

Los obispos, reunidos en asamblea plenaria en Pilar, reflexionaron ayer sobre la necesidad de “acrecentar la amistad social” tanto en la sociedad como en la Iglesia y destacaron el “imperativo de incluir a los últimos de nuestro pueblo”.
En la tercera jornada de deliberaciones, la asamblea plenaria -que preside el jefe del Episcopado y obispo de San Isidro, Oscar Ojea- escuchó nuevos informes de distintas comisiones episcopales.
En ese marco, la Comisión Episcopal de Fe y Cultura, que preside el arzobispo de La Plata, Víctor Manuel Fernández, invitó a los obispos a “un espacio de reflexión para ahondar en cómo acrecentar la amistad social, tanto en la sociedad como en la Iglesia, recordando especialmente el imperativo de incluir a los últimos de nuestro pueblo”, informó la oficina de prensa CEA.
Luego, dieron testimonio de lo vivido durante el reciente Sínodo “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional” que se realizó en el Vaticano el obispo elegido por el papa Francisco, el obispo Eduardo García (San Justo) y los delegados de la CEA: Carlos Tissera (Quilmes), Ricardo Seirutti (auxiliar de Córdoba) y Dante Braida (auxiliar de Mendoza).
En su exposición, los obispos “destacaron la actitud de escucha del Santo Padre, y la acción del Espíritu que los acompañó a lo largo de todas las jornadas” y además, “expresaron como positiva la metodología de discernimiento y resaltaron la convivencia fraterna con los pastores y jóvenes de todo el mundo”.
Por otra parte, el Equipo de la Pastoral Nacional de Adicciones y Drogadependencia le pidió a los obispos acompañar el “grito” de los jóvenes afectados por la problemática a través de tareas de prevención y asistencia concretas y sugirieron que los agentes de la Iglesia no realicen denuncias públicas contra el narcotráfico en zonas de riesgo, para no ponerlos en riesgos.
“Entendemos que quien trabaja en el territorio no debe denunciar públicamente la comercialización de sustancias prohibidas, porque expone a su comunidad y a sí mismo. Para la tarea profética de la denuncia del narcotráfico es necesario tener una cierta distancia del lugar de los acontecimientos”, señaló el equipo en una carta enviada a los obispos reunidos.
La Pastoral de Adicciones y Drogadependencia consideró a su vez que “cada diócesis podrá encontrar los caminos más adecuados que no pongan en riesgo a las comunidades. En este sentido, la misma red de la Pastoral Nacional puede llegar a ser una opción. De esta manera podremos cuidar la vida de todos: jóvenes, familias y comunidades que trabajan en la pastoral”. 

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