Cinco delincuentes redujeron a un vigilador privado e intentaron robar en un barrio cerrado. Sin embargo, cuando el guardia ya estaba maniatado, comenzó a sonar su teléfono celular y los ladrones optaron por escapar sin concretar el robo.
El hecho se produjo cerca de las 5 de la madrugada del lunes último en el barrio Los Robles del complejo urbanístico La Cañada, ubicada sobre la calle Dolores, a metros de Granadero M. Gelves. Según detallaron voceros policiales, la banda habría ingresado al predio por los fondos del emprendimiento privado.
Una vez en el interior, los ladrones sorprendieron a uno de los vigiladores, un hombre de 34 años, que en ese momento realizaba un recorrido a pie por ese sector del perímetro. Los delincuentes estaban todos armados y a cara descubierta. Lo amenazaron de muerte, lograron reducirlo y lo trasladaron hasta una vivienda en construcción que está en el lote 159.
Sin embargo, comenzó a sonar el teléfono del vigilador: se trataba de una llamada de sus compañeros que se encontraban en la guardia principal, por lo que los malvivientes intuyeron que podían ser descubiertos y dieron a la fuga sin llegar a cometer ningún robo.
Minutos después, arribaron al lugar efectivos del Comando de Patrulla Pilar (CPP) y de la Jefatura Distrital quienes trataron de establecer el lugar por dónde entraron y salieron los malvivientes. Finalmente la investigación quedó a cargo del personal de la DDI local.