Techo es una organización sin fines de lucro que inició
su labor solidaria en 1997 en Chile. Con el propósito de comenzar a hacer algo
para luchar contra la pobreza reinante en muchos países de Latinoamérica, un
grupo de jóvenes empezó a movilizarse para construir viviendas de emergencia.
Con la convicción de que "la pobreza se puede superar
definitivamente si la sociedad en su conjunto reconoce que es un problema
prioritario”, los voluntarios que colaboran lo hacen siguiendo dos objetivos
clave:
·
Fortalecer
el desarrollo comunitario a través del mejoramiento de las condiciones de
hábitat y habitabilidad y la promoción del desarrollo económico y social. En
este sentido, los voluntarios no sólo ayudan a los vecinos a mejorar, por ejemplo,
las veredas o el alumbrado, sino que también dictan cursos de oficios que
puedan llegar a ser una salida laboral para los padres de las familias con las
cuales cooperan.
·
Promover
la conciencia y la acción social, a través del involucramiento de los
voluntarios con los habitantes de los barrios en los que trabajan, estimulando,
de esta manera la participación ciudadana. Una de las formas a través de las
cuales se crea un profundo lazo entre los voluntarios y los vecinos es "La Juegoteca”. "La Juegoteca” funciona los
fines de semana y es un lugar al cual los más chiquitos pueden ir para
distenderse, dibujar, pintar y jugar con chicos que alguna vez formaron parte de
una construcción o, simplemente, se anotaron para colaborar específicamente con
esto.
Presencia
en Pilar
En el distrito, distribuyeron la zona de trabajo en
cuatro barrios en los alrededores dela ruta 25: El Manzanar y Luchetti en Villa
Rosa, Agustoni, Peruzzotti y San Jorge.
Hace más de tres años trabajan en Pilar y en todo ese
tiempo construyeron 387 casas.
Cada año se realizan por lo menos dos construcciones
masivas por barrio, donde cientos de jóvenes con ganas de ayudar dedican un fin
de semana para ir a construir una casa a familias que, en su mayoría, viven
hacinadas. Así, un viernes por la noche se reúne todo el voluntariado y, en
micros, los distribuyen a distintos barrios.
Por lo general, escuelas públicas de la zona prestan su
predio para que oficie, hasta el día domingo, de hospedaje para los chicos de
entre 18 y 30 años que suelen ser parte de la construcción. Sábado a la mañana
bien temprano (a eso de las 6), todos arriba para desayunar e ir a conocer a
las familias con las cuales se hermanarán por dos días.
Quienes son parte del equipo fijo y, así también, quienes
alguna vez fueron a construir, pueden asegurar que es una experiencia que hace
que algo en el interior de cada participante, cambie. Muchas veces, la mejor
manera de reaccionar y tomar consciencia, es chocarte con una realidad distinta
que te haga ver que para luchar contra las injusticias, es necesario moverse,
hacer algo, accionar y no solamente quedarse en el discurso.
Para
colaborar
Se puede ayudar de dos maneras. Por un lado, a partir del
programa Socios, donde se puede donar x cantidad de dinero por mes y, sino,
como voluntario fijo o para construcciones particulares.
Para ser parte de uno u otro modo, se debe ingresar a la
web de Techo: www.techo.org.ar