Vóley

Emprendedor con altura

Fabián Flores juega en Lomas (Liga A1) e integró la Selección mayor. El pilarense, de 26 años, hace pocas semanas comenzó su propio proyecto: “Flores del Norte”.

Por Redacción Pilar a Diario 15 de noviembre de 2017 - 00:00

Con 26 años y 2 metros de altura, Fabián Flores comenzó a jugar al vóley hace 10 años en la Escuela Municipal de Pilar de la mano de Andrés Ligorria, sin saber que su camino como deportista lo llevaría a vestir la camiseta de la Selección Argentina.
Hoy por hoy el central despliega su talento en el equipo de Lomas, de la Liga Nacional A1. Hace 3 años lo hace como profesional, tras pasar por River Plate, Cooperativa de Tortuguitas, Ciudad de Campana y Universidad de Tres de Febrero.

-¿Cuándo te diste cuenta que si te comprometías podías crecer dentro de tu deporte?
- Cuando jugué a los 23 años mi primera Liga Nacional con River. Si bien no era un sueldo bien pago, me di cuenta que haciendo las cosas bien y con mucho empeño, podría lograr más. Y hoy por hoy tengo la suerte de dedicarme únicamente a esto, que es mi pasión.

-En tu vida como deportista habrás tenido altas y bajas, ¿qué fue lo mejor que te tocó vivir y qué lo peor?
- Lo mejor que me tocó como jugador de vóley fue integrar la Selección Argentina; jugué la World League, el Sudamericano, el Pre-Mundial 2017 y la Copa Panamericana en 2016 y 2017, y el año pasado fui parte del equipo ideal del torneo. Y lo peor, creo que fue la pubalgia, esa lesión me tuvo parado un mes, y tuve casi tres de recuperación por lo que me perdí los primeros dos weekends de la World League. Tan complicada fue esta lesión que todavía sigo trabajando en ella.

-Pudiste representar a Argentina, que debe ser el sueño máximo de todo deportista. ¿Qué te gustaría poder cumplir ahora?
- Sé que es aspirar a mucho, pero mi sueño es poder participar en los Juegos Olímpicos.

-¿Y tenés algún referente en el mundo del deporte?
- Sí, Roger Federer y Manu Ginóbili. Ambos llevan años de constancia en un deporte de alto nivel competitivo y eso me parece muy admirable.

Complemento
-Más allá de que podés vivir del vóley, comenzaste un nuevo emprendimiento. ¿De qué se trata y por qué se dio esta posibilidad?
- Comencé de casualidad. Fui a comprar frutos secos y les pregunté a mis compañeros si alguno quería. Como ese día me traje muchos kilos, uno de los muchachos del negocio me preguntó si no estaba interesado en revender, y le dije que sí. Enseguida me pasó un catálogo de precios y arranqué con el negocio, primero vendiéndoles a familiares y amigos, pero hoy estoy empezando a expandirme, vendiendo mix de frutos secos como maní, nueces y almendras.

-¿Hay alguien que te ayude en el negocio?
- Mi novia y yo estamos juntos en esto. Por suerte es muy buena compañera, tanto en la relación como en los negocios.

-¿Y cómo podés vincular este nuevo emprendimiento con tu carrera profesional?
- La verdad es que se vincula bastante con el deporte de alto rendimiento en mi caso, y en el de mi novia que es profesora de Educación Física y, además, trabaja en un gimnasio. Desempeñarse en un contexto deportivo hace que te tengas que cuidar mucho, y los frutos secos son una excelente colación cuando tenés hambre porque es muy sano.

-¿Cómo comercializás a estos productos?
- Por ahora creamos una página de Facebook e Instagram, que se llama “Flores del Norte”. Y también nos pueden contactar por WhatsApp, nuestros números los encuentran en la página.

-¿Y cómo te ves de acá a cinco años?
- Espero poder seguir dedicándome al vóley y hacer crecer este negocio que además me sirve para despejar un poco la mente y dejar de pensar constantemente en el vóley.

-Claramente sos un ejemplo de perseverancia, ¿qué le aconsejarías a los quiénes quieren desarrollar su propio emprendimiento?
- Lo fundamental es tener ganas y animarse, sino, no se va a dar. De los errores se aprende y la vida siempre te da segundas oportunidades. Lo importante es que se haga con dedicación y, de esa manera, hay muchas más chances de que te vaya bien. 

Seguí leyendo

Dejá tu comentario

Te Puede Interesar