Las sucursales de Pilar y Presidente Derqui del Banco de la Provincia de Buenos Aires fueron ayer un verdadero caos con gente que realizó largas colas y se agolpó para cobrar sus haberes en vísperas de Navidad tras el paro del miércoles último.
La apertura de la casa de finanzas bonaerenses, tras la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo de la Nación por el conflicto que los trabajadores del Bapro llevan adelante contra la reforma previsional impulsada por la gobernadora María Eugenia Vidal, el banco abrió sus puertas hasta las 13.
En tanto hoy, luego de una segunda medida de conciliación, todos los bancos dejarán las asambleas por la discusión paritaria y atenderán en el horario habitual de 10 a 15.
La cola que cubría toda la peatonal de la calle Rivadavia, antes de las 10, horario de apertura del banco, daba cuenta del caos que sería el cobro de haberes. Pero eso fue solo el principio, ya que una vez que las puertas se abrieron la fila ordenada que llevaba más de una hora se convirtió en una avalancha de personas que pugnaban por tomar el primer lugar.
Mientras que, un poco más ordenado, pero no menos caótico, en la flamante sede derquina, hubo 200 metros de fila para poder llegar hasta la zona de cajas del banco.
El caos se generó por la acumulación de clientes, jubilados y beneficiarios de Asignación Universal por Hijo y planes sociales, que no pudieron realizar sus trámites y cobrar sus haberes en los últimos días.