El concejal Daniel Liberé cuestionó el funcionamiento de los puestos de venta de comida (llamados food trucks) que cada fin de semana se instalan en la plaza 12 de Octubre de Pilar. En ese sentido le apuntó a “la desprolijidad” y la dudosa “higiene”, además del perjuicio sobre las ventas en los locales formalmente instalados.
En declaraciones a FM Plaza, el edil explicó que “una vez cada tanto está bien, pero todos los fines de semana no. Desde la Municipalidad dicen que la gente está contenta y los comerciantes también porque hace que la gente venga al centro de Pilar, pero yo no estoy de acuerdo”, aclaró, quien además cuestionó la puesta en escena de la plaza con baños químicos a la vista y el olor a comida que se mezcla.
Un poco empujados por la situación, desde la Cámara de Comercio SCIPA, también salieron a poner ayer algunas objeciones. En una entrevista en la misma emisora, su presidente Santiago Piermarini señaló que si bien desde el gobierno les informaron que están en regla, “es una realidad que los comercios gastronómicos sufrieron bajas en las ventas”.
Demoras en la peatonal Rivadavia, tasas y ahora la situación de los carritos de comidas figuran en la agenda de temas de un próximo encuentro de SCIPA con el intendente Nicolás Ducoté.
En tanto Liberé también cuestionó el argumento oficial que sostiene que la feria se instala para traccionar público hacia el centro. “Los fines de semana los negocios están cerrados, o sea que poner los food trucks no hace que el comercio mejore sus ventas. Pero a los del sector gastronómico sí les hace diferencia, ellos son los que trabajan los fines de semana y los puestitos les quitan lugar”, aseguró el concejal, quien pidió al Municipio un informe con detalles acerca de bajo qué condiciones se encuentran ocupando espacio los food trucks, ya que no están incluidos en la ordenanza de la feria de artesanos.