LA COLUMNA DEL PADRE SAYU

Eligió la persona noble

Por Redacción Pilar a Diario 22 de octubre de 2017 - 00:00
Una historia real. Plácido Domingo es madrileño y José Carreras es catalán.
Por cuestiones políticas, en 1984, Carreras y Domingo se enemistaron.
Siempre muy solicitados en todas partes del mundo, ambos hacían constar en sus contratos que solo se presentarían en determinado espectáculo, si el adversario no fuese invitado.
En 1987, a Carreras le apareció un enemigo, mucho más implacable que su rival Plácido Domingo.
Lo sorprendió un diagnóstico terrible: ¡leucemia!
Su lucha contra el cáncer fue muy sufrida. Se sometió a varios tratamientos, además de trasplante de la médula ósea y un cambio de sangre, que lo obligaba a viajar una vez por mes a Estados Unidos.
En estas condiciones no podía trabajar y a pesar de ser dueño de una razonable fortuna, los altos costos de los viajes y del tratamiento debilitaron sus finanzas.
Cuando no tuvo más condiciones financieras, tomó conocimiento de la existencia de una fundación en Madrid, cuya finalidad única era apoyar el tratamiento de leucémicos.
Gracias al apoyo de la fundación "hermosa”, Carreras venció la dolencia y volvió a cantar. Recibió nuevamente los altos honorarios que merecía y trató de vincularse a la fundación.
Al leer sus estatutos, descubrió que el fundador, mayor colaborador y presidente de la fundación, era Plácido Domingo.
Luego supo que éste había creado la entidad, en principio, para atenderlo a él y que se había mantenido en anonimato, para que no se sintiera humillado, por aceptar auxilio de su "enemigo”. De lo más conmovedor fue el encuentro de los dos...
Sorprendiendo a Plácido en una de sus presentaciones en Madrid, Carreras interrumpió el evento y humildemente, arrodillándose a sus pies, le pidió disculpas y le agradeció públicamente.
Plácido lo ayudó a levantarse y con un fuerte abrazo, sellaron el inicio de una gran amistad.
En una entrevista a Plácido Domingo, la periodista le preguntó: ¿por qué creó la fundación "Hermosa”, en un momento en que, además de beneficiar a un "enemigo”, había ayudado al único artista que podría hacerle competencia?
Su respuesta fue corta y definitiva: "porque no se puede perder una voz como esa...”
En Argentina, el Movimiento Hospice Buen Samaritano, integrados por profesionales y voluntarios, brindan alivio, contención y cuidad competente y gratuito a personas que atraviesen la última etapa de una enfermedad grave y avanzada.
Si conocés a alguien en esa situación o si querés saber más, comunicate al (0230) 443.3758; administració[email protected]  - www.buensamaritano.org.ar.
Todos somos importantes hasta el final y tenemos derecho a ser cuidados humanamente en la última etapa de la vida.
Jesús dijo, "amen a sus enemigos, bendigan a quienes los maldicen…” (Mateo 5, 44). 

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