LA COLUMNA DEL PADRE SAYU: No te pasará nada… (II)

Por Redacción Pilar a Diario 22 de enero de 2017 - 00:00
Esta es la segunda parte del testimonio de una joven que consumía droga.
…Cambiaba mis proyectos semana a semana, año a año, abandoné la escuela, o cada año cambié de carrera universitaria.
Me costaba estudiar, me pasaba horas sobre la misma página del libro, y me costaba memorizar, empezaba a olvidarme algunas cosas…
Como la marihuana queda depositada en el cerebro, se hace una reserva de cannabis. Entonces, siempre tenía una dosis diaria, por lo que la abstinencia o la desesperación con nerviosismo, enojo, ansiedad, sudoración, por no fumar aparecen recién como a los 10 días más o menos.
Es una abstinencia física o psicológica, o sea que me desespero y tengo muchas ganas de estar con mis amigos consumidores.
Si uno fuma muy seguido, se tarda como un mes en desintoxicarse totalmente. Es increíble, puedo pasar tres semanas sin fumar, y en cambio el análisis de orina sigue dando positivo a tetrahidrocannabinoides.
Escuchaban voces (alucinaciones auditivas), hablaban solos y no coordinaban mucho lo que decían, a pesar de estar ahí desde hace varios meses sin consumir drogas. 
La marihuana en algunas personas desencadena una psicosis, en algunos mejora con medicación y si no fuman más marihuana y, en otros, lamentablemente no se recuperan más de su enfermedad mental, y se diagnostica una esquizofrenia.
Para entender un poco mejor empecé a leer, y supe que las drogas estimulan la liberación de una sustancia (neurotransmisor) que se llama dopamina.
Hoy tengo 24 años y estoy en una comunidad terapéutica. Mis padres, cansados, me internaron. Yo me negué siempre.
Ellos me plantearon que si elegía seguir con la misma vida, no me iban a mantener más. Y yo en ese momento, ¿qué trabajo iba a conseguir?, si no terminé nada! Las changas no me alcanzan para alquilarme nada.
Entonces, por más que esté pasado de marihuana, no soy un tonto, "como no tengo para alquilar o comer, me quedo en un centro de rehabilitación, así los dejo tranquilos por un tiempo y después volvería a lo mismo”, así lo pensé.
Al dejar el porro, empiezo a tomar más conciencia de la realidad, y cuando miro para atrás, me doy cuenta de cómo me engañé por tanto tiempo.
A veces me siento como un estúpido, infantil, que llora por su mamá o por una pequeña frustración, parece que todavía tuviera 14 años, que hubiera dejado de madurar el día que me enganché y me enamoré de la marihuana.
No aprendí a resolver problemas, no aprendí de las experiencias, todo tapaba con un porrito.
Cuánto tiempo perdí por creer que la marihuana no hace nada…

 
FM Plaza 92.1.
Pueden escuchar los micros del padre Sayu, "Con Jesús y María mi vida es feliz”, lunes, miércoles y viernes a las 22, por FM Plaza 92.1. Correo: [email protected] 



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