Su DNI lo presenta como Miguel Ángel pero todos lo
conocen por "Michi”, apodo que "me acompaña desde que tengo memoria”. Tiene 62
años pero a fuerza de pasión sigue vigente en un mundo en el que los jóvenes
suelen copar la parada y atraer todas las miradas.
Es considerado uno de los "padres” del fitness en el
país pero también es dueño de una historia muy particular ya que se acercó a la
disciplina que "me atrapó para toda la vida” para conocer mujeres y tras unos
meses no dudó en canjear Tribunales por las calzas.
"Estudié Derecho hasta 4° año y trabajaba en el
Poder Judicial de la Nación, pero en 1983 descubrí el fitness, empecé a tomar
clases y me gustó tanto que decidí dejar el derecho para comenzar a entrenar
alumnos. El fitness recién empezaba en el país, durante unos meses compartí el
tiempo entre la Justicia y la gimnasia hasta que me decidí y opté por mi
pasión”, le contó a El Diario.
El fitnes recién llegaba al país y eran tiempos en
los que María Amuchástegui hizo explotar la disciplina a través de su recordado
programa de televisión. "En aquel tiempo solo había clases de gimnasia
aeróbica, de alto impacto, pero no había pauta metodológica y el fitness, a
diferencia de otras especialidades, tiene técnicas como aeróbica, step o
localizada”, enumera con pasión.
"¿Si fue un cambio fuerte dejar los libros por la
gimnasia? Por supuesto y me marcó pero nunca me arrepentí”, aseguró "Michi”,
porteño, casado en segundas nupcias y con dos hijos. "Tenía 28 años, estaba
soltero y se me armó un quilombo bárbaro en mi casa. Yo soy hijo único y mis
viejos tenían la fantasía de ´mi hizo el doctor´. ¿Te imaginas a mi viejo? Le dije
que no estudiaba más y me puse las calzas”, relató.
"Fue liberador, tras tomar la decisión bajé las
escaleras de la facultad y no volví más y eso que me faltaban ocho materias
nada más. Mis viejos no se murieron porque eran dos adelantados, a otro lo
hubiera matado. Mi papá era técnico químico, súper ordenado, muy inteligente y
le caigo con el 8-8, 4-4, imagínate”, recuerda y sonríe.
A primera vista
Su flechazo con el fitness arrancó gracias a la
invitación de un amigo que lo conminó a acompañarlo a "una clase repleta de
mujeres "Yo jugaba al fútbol en GEBA y un amigo me dice que en el club, a las
14, hay clase de aeróbica y hay 300 mujeres y solo dos tipos. Lo acompañé y vos
no sabés lo que era: mujeres por todos lados”, evocó.
Aguantando las gastadas constantes de sus compañeros
de fútbol, "Michi” le empezó a tomar el gustito y no pasó mucho tiempo hasta
que los profesores lo convocaran para ayudarlos en sus clases. "Me formé con
nombres grosos como Silvia Chediek y Javier Gómez Morte, que fueron mis
maestros. Me vieron pasta de educador y me tomaron como asistente y fui de la
mano de ellos. A los 30 estaba dando clases”, apuntó el también fanático hincha
de Boca y admirador a ultranza de César Menotti.
Ciaburri fue de la primera camada de profesores.
Algunos siguen vigentes, otros tomaron nuevos rumbos y muchos quedaron en la
formación. "Hubo gente que hizo plata pero yo comercialmente sigo siendo un
desastre y trabajo en el día a día. Hubo gente que fue más inteligente o que se
supo valorar”, comentó sin remordimientos.
De todos modos y más allá de lo meramente económico,
Ciaburri subraya como vital la relación que entabla con cada uno de sus alumnos
o asistentes a sus capacitaciones. "Es mi naturaleza. Yo esto lo elegí desde el
corazón y la pasión y hay un vínculo con la gente que supera la parte técnica y
hasta lo económico. En mis clases hay otro clima, ellos vienen a vivir a otras
sensaciones”, valorizó.
Bajar y subir
La segunda juventud profesional que Ciaburri
disfruta en, entre otros lugares en Pilar, suena casi como una dulce revancha
luego de unos años "durísimos” en los que estuvo casi afuera del circuito por
problemas de salud.
"Estoy operado de las dos caderas por artrosis
bilateral y durante ocho años estuve casi lisiado”, remarcó. Y enseguida sumó:
"seguí haciendo docencia, las clases de los gimnasios ya casi no los podía dar
porque no podía subir escalones de 10 centímetros pero los organizadores de
convenciones me siguieron llamando. En lo teórico estaba bárbaro pero había que
mover las piernas y no podía y me permitían ir con asistentes que me hacían la
segunda”.
-¿Te trajo
problemas trabajar en un ambiente rodeado por mujeres?
- Y, quilombos hay. Con mi primera mujer, gran parte
de mi separación fue porque ella no toleraba esto y discutíamos. Ella me
conoció en el ruedo, siendo alumna mía pero no lo pudo superar y hubo un
desgaste muy grande. Laura, mi actual mujer es todo lo contrario. Será otra
cabeza, otra época, otra madurez, me apoya y hoy es mi todo en la comunicación
de las actividades.
Su trabajo en "Pilar se Mueve” que lo lleva por
todos los barrios y localidades del distrito es su primer trabajo en la esfera
oficial luego de aquella ya lejana experiencia en tribunales "es una
experiencia dura pero extremadamente gratificante”, calificó) y aún lejos de
ser un pibe confía que tiene sueño por cumplir. "No viaje mucho por la profesión
aunque estuve en Venezuela, Perú y Uruguay pero ahora tengo la suerte de que un
centro educativo me invitó a viajar a Chile, que es un país muy bien armado en
lo que es mi materia. Que a esta altura me hayan invitado, es un sueño
cumplido”, señaló.
Mientras espera por ese periplo hoy asegura que
"disfrutó mucho de lo que hago en Pilar”. Y en ese sentido confesó que "a Pilar
lo conocía pero no de tan adentro como ahora. Lo conocía desde un lugar más
comercial por countries y shoppings pero ahora estoy casi todo el tiempo desde
el otro lado. Y me gusta mucho más”.
Fascinado con
Pilar
Hasta su desembarco en Pilar, "Michi” había
desarrollado toda su carrera estable en Capital Federal donde "vas a cualquier
plaza y un tipo que está a dos cuadras escucha música y se acerca a bailar”.
"Allá el fitness está muy establecido y acá en Pilar hay otra idiosincrasia
aunque en un año y medio "Pilar se Mueve” ha crecido un montón y en este
semestre ya pasaron más de 11 mil vecinos por nuestras clases”, comparó.
"No es fácil convocar a los vecinos que se tienen
que exponer para algo que quizás no están preparados pero estoy fascinado de
formar parte de este proyecto, de que la gente pueda tomar clases gratuitas,
volver al espacio público y encontrar también una parte social”, explicó el
reconocido formador.
Moda Zumba
Lejos de tener una posición crítica respecto al
Zumba, la especialidad de moda dentro del mundo de los gimnasios, "Michi”
Ciaburri remarcó que "todo lo que haga mover a la gente y rompa con el
sedentarismo, bienvenido sea”.
Y explicó: "es una de las técnicas del fitness. Es
una empresa y son programas precoreografiados, que ellos se ocupan de darte mediante
un CD que contiene la música y la clase. Para eso tenés que capacitarte, tomar
un curso y después pagás como una membresía cada vez que te entregan una nueva
clase”.
Para Ciaburri la del Zumba "no es novedad” porque
"en el 99 desde Nueva Zelanda apareció el body system con diferentes variantes”.
"Estas cosas van perdurando en el tiempo porque van saliendo otros programas
que le dan una vuelta de tuerca”, finalizó.
"Estoy fascinado de formar parte de este proyecto,
de que la gente pueda tomar clases gratuitas, volver al espacio público y
encontrar también una parte social”.
"Yo esto lo elegí desde el corazón y la pasión y hay
un vínculo con la gente que supera la parte técnica y hasta lo económico. En
mis clases hay otro clima, vienen a vivir a otras sensaciones”.
"Soy hijo único y mis viejos tenían la fantasía de
´mi hijo el doctor´. ¿Te imaginás a mi viejo? Le dije que no estudiaba más y me
puse las calzas”.