Víctor Heredia

“Es maravilloso ser parte del inconsciente colectivo”

El cantautor, uno de los más importantes de la lengua hispana, celebra 50 años de carrera. Un repaso por la trayectoria que lo convirtió en icono de la música popular.

Por Redacción Pilar a Diario 13 de noviembre de 2017 - 11:48

Por Alejandro Lafourcade

 

En 1967, un chico de Paso del Rey de apenas 19 años recibe el Premio Revelación en el Festival de Cosquín, donde tocó casi por casualidad, mientras acampaba con amigos. Uno de los Chalchaleros le prestó un poncho para que tapara su suéter amarillo, y su voz hizo el resto. Así nació la leyenda de Víctor Heredia, cantautor que está celebrando sus 50 años con la música.

En entrevista con El Diario, Heredia (vecino de Pilar desde hace más de 30 años) repasó una carrera que lo convirtió en uno de los músicos más importantes de habla hispana.

 

-¿Se puso a pensar en lo que significa cumplir medio siglo con la música?

-Uno se da cuenta de que el tiempo pasa merced a estas celebraciones, los artistas no somos de mirar hacia atrás: siempre tenemos la zanahoria del escenario y las nuevas canciones. A diferencia de lo que cree mucha gente, no se trabaja por dinero, uno lo hace por vocación. Hay figuras que siguen subiendo al escenario con más de 70 años, no creo que Mick Jagger o Paul McCartney necesiten plata (risas)… Uno no mira nunca hacia atrás, le avisan: “Mirá, Negro, que cumplís 50 años con la música”, y corre un escalofrío.

 

-¿Cuándo se dio cuenta de que la carrera artística iba en serio?

-Cuando en el ’67 gano como revelación en Cosquín, me entusiasmé con ser artista profesional, porque ya me habían rechazado dos veces en la RCA Víctor, la misma compañía que me contrata después de haber ganado… Pero me decepcioné porque no quería cantar folclore sino mis propias canciones, que son las que luego aparecieron en “El viejo Matías”. Así pasaron casi dos años para poder grabar en otra compañía, soy medio tozudo y aguanté. Cuando sale ese disco me doy cuenta de que efectivamente tenía posibilidades concretas de hacer una carrera. De todas maneras la profesión de artista ya se había llevado por delante a la de estudiante de Letras…

 

-Repasando su carrera, ¿cuáles serían algunos momentos cumbre?

-Lo más importante siempre hay que considerarlo a partir de “El viejo Matías”, que fue una canción de recepción popular muy fuerte, una gran venta discográfica. Después llegaron “Víctor Heredia canta a Pablo Neruda” y los grandes éxitos, como “Sobreviviendo”, “Todavía cantamos”, “Dulce Daniela”, “Razón de vivir”… Pero creo que, para mí, la más importante es la obra conceptual “Taki Ongoy”.

 

De todos

 

-Suelen decir los artistas que sus canciones ya no son de ellos, sino de la gente…

-Cuando escuchás canciones en la cancha, te das cuenta de que son populares. Es un orgullo saber que una melodía tuya es coreada por 50 mil personas para alentar a su equipo, es tremendo. La hinchada de San Lorenzo “acá está la gloriosa hinchada de San Lorenzo / la que no tiene cancha y se bancó el descenso…”, a pesar de que soy de Boca estuve cantándola en la inauguración de su estadio y recibí una ovación, fue impresionante. Atahualpa Yupanqui decía que su mayor deseo era ser anónimo: es decir, que alguien cante o silbe una canción tuya, al lado tuyo, y no sepa que la escribiste vos. Me debe pasar con los pibes, es maravilloso pasar a ser parte del inconsciente colectivo.

 

-¿Cómo manejó la popularidad? ¿En qué momento el artista nota que ha llegado a ser popular?

-Cuando salí del país, no imaginaba la trascendencia de algunas canciones. Empezaron a llamar de Chile, Perú, Uruguay, Colombia… La gente coreaba las canciones, ahí empezás a darte cuenta de que las canciones tienen vuelo propio.

 

-Precisamente, muchas de sus canciones hablaban de situaciones que se replicaban en toda Latinoamérica, no solo en nuestro país.

-Sí, por situaciones dolorosísimas como lo fueron las dictaduras militares, como “Sobreviviendo” o “Todavía cantamos” fueron casi himnos, cantándose en las marchas, protestas y demás.

 

Comprometido

 

-Usted hace un tiempo, ante la posibilidad del 2X1 para los genocidas, publicó una carta abierta en la que pedía “que nos devuelvan la mitad del dolor”.

-Me pareció tremendo, nosotros todavía con mi familia no sabemos dónde están los restos de mi hermana y los de su marido (secuestrados y desaparecidos en 1976), o si nació el chico que llevaba en el vientre… Me pareció totalmente injusto que nosotros sigamos presos de ese calvario, es absolutamente injusto.

 

-¿En nuestro país no se le perdona a un artista que tenga una posición política?

-Yo ya estoy acostumbrado: durante la dictadura me decían comunista, en la época de Alfonsín me tildaban de alfonsinista, durante el kirchnerismo me acusaban de kirchnerista… Yo tengo una postura ideológica independiente, pienso por mí mismo, no pertenezco a ningún partido. Lo que siempre hice fue apoyar algunas cuestiones que yo creí que eran sustanciales para el sostenimiento de la democracia, la memoria y la justicia. Esto pasa con artistas de todo el mundo, pero aquí algunos medios y periodistas exacerban a la gente en contra de esas posturas, olvidándose el detalle de que la columna de la democracia es el disenso, la posibilidad de un ciudadano de disentir y expresarse con su ideología o con su voto.

 

-¿Cómo ve la situación actual del país? Hay canciones como “Informe de la situación” que lamentablemente no pierden vigencia…

-Estoy preocupado, al igual que muchísimos argentinos, porque se están rompiendo algunas estructuras jurídicas que yo entiendo que tienen que defenderse a rajatabla. Nadie puede ser apresado sin haber sido juzgado y tener una sentencia firme en su contra, y esto está pasando muy habitualmente en la Argentina. Además de que hay una preocupación económica en la gente que tiene menos recursos, y eso es lamentable desde todo punto de vista.

 

-En situaciones como esas, ¿la música puede ayudar?

-En general, yo hago catarsis personal. Es un orgullo que tengo: escribo porque siento determinadas cuestiones, canciones como “Aquellos soldaditos de plomo” o “Todavía cantamos” nacen de una percepción familiar y personal. “Todavía cantamos” es una frase que me dijo mi mamá, como “todavía esperamos”… Ella me disparó casi toda la canción.

-¿Qué encontró en Pilar como lugar para vivir?

-Después de haber vivido muchísimos años en Capital y haber sufrido como muchos porteños el latrocinio de los robos, decidimos venir a un lugar más tranquilo y Pilar me lo ofreció. Vivimos en forma fija desde hace 15 años, pero tengo casa en Pilar desde el ’84, pero solo la usaba los fines de semana. Recién después del nacimiento de mi hijo Camilo y una situación de robo muy estresante que vivió mi familia decidimos venir acá. La gente que cree que uno tuerce su ideología por vivir en tal o cual lugar, pero lo que uno hace es buscar refugio.

-50 años después, ¿qué queda del chico de pulóver amarillo que ganó como revelación en Cosquín?

-Creo que queda todo, por lo menos intenté defenderlo, incluso en contra de mis propios egoísmos, mis miedos, mis apetencias. Luché contra todo eso para mantener en pie ese sueño primigenio. Cuando un pibe empuña una guitarra sueña, y yo traté de mantener ese sueño. A los jóvenes les digo que defiendan su vocación. Creo que está todo ahí.

 

Discos, shows y premios

Un festejo a lo grande

 

La celebración del medio siglo de carrera no le da respiro a Víctor Heredia: el primer volumen de su disco doble “50 en vuelo” es un éxito (se agotó la primera edición, mientras que el volumen 2 aparecerá el 17 este mes), y los días 25 y 26 dará dos conciertos en el Teatro Ópera.

Sobre los duetos de “50 en vuelo”, expresó: “Siento una gran emoción, cada uno de esos artistas aportó generosamente y con absoluta humildad su talento, están el Nano Serrat, Ana Belén, Víctor Manuel, Silvio Rodríguez, Ricardo Mollo, Rolo Sartorio de La Beriso, Jairo, Peteco, Liliana Herrero, Pedro Aznar, León Gieco, Teresa Parodi… Están todos”.

Además, adelanto qué, de cara a los recitales en el Ópera, “los que puedan venir se han ofrecido, es un fin de semana y los artistas trabajamos… Pero los que pueden ya me han dicho que sí, así que varios de estos compañeros van a estar sobre el escenario”.

Por lo pronto, el próximo fin de semana recibirá en Las Vegas un premio a su trayectoria en los Latin Grammys, nada menos, lo que se suma a un homenaje similar a los pasados Carlos Gardel.

“Es maravilloso confirmar que la carrera sigue vigente –asegura-, lo mismo que el afecto de la gente, y que por otra parte hay un reconocimiento de los organismos que administran económicamente esta profesión. El Latin Grammy está sostenido por las discográficas, hemos contribuido al sostenimiento de la maravillosa industria de la música”.

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