A unos pocos pazos de la plaza 12 de Octubre, pueden verse locales vacíos o con las cortinas bajas como respuestas a las pocas ventas y el aumento de los servicios, sobre todo la luz. A ellos, se le suma un nuevo factor: los altos costos de los alquileres.
Tres casos testigos en pleno centro y en los últimos días, son apenas una muestra de lo que ocurre en el centro comercial pilarense, donde los precios empiezan a ser inaccesibles para muchos.
Según fuentes inmobiliarias, los comerciantes prefieren emigrar a la zona de Panamericana, ruta 8 o el Kilómetro 50, donde el precio de los alquileres es más bajo, igual o hasta un 5% más caro, pero donde el flujo de gente y, por ende, de ventas, es mucho mayor.
Uno de los locales que decidió bajar sus persianas después de varios años es Pagano, una tienda de rock que estaba ubicada adentro de la terminal de colectivos. Según pudo saber El Diario a la hora de renovar el contrato, su propietario no pudo afrontar el aumento del alquiler y decidió ponerle fin a la actividad.
A menos de una cuadra, otros dos locales en la esquina de Hipólito Yrigoyen e Ituzaingó, la librería Fincagua y el cotillón Na-Ni del Pilar, también cerraron sus persianas.
Los negocios están separados por una casa de empeño y ambos comerciantes reconocieron que no pueden costear los montos que los propietarios de los locales pretenden por el alquiler. En el caso de la librería, era uno de los pocos comercios de la zona que vendía estacionamiento medido.
Pero estos no son los únicos, ya que en la zona de Rivadavia, Tomás Márquez y otros polos comerciales, hay locales en alquiler y hasta algunos que han cambiado de rubros, en más de una oportunidad, en los últimos meses.
En diálogo con varios agentes inmobiliarios, El Diario confirmó los dichos de los comerciantes y quienes no se dedican solo al comercio a través de internet, buscan locales fuera del centro y en lugares con mayor concurrencia.